Los símbolos o emblemas
de la Iglesia Cuadrangular, expresan sus doctrinas basadas en las Sagradas
Escrituras, son "cosas visibles que intentan representar cosas
invisibles":
Así como Dios dio
algunos símbolos al hombre, el primero fue el arco en las nubes, dado a Noé (Gn
9:13), la iglesia Cuadrangular ha adoptado 4 símbolos o emblemas que encierran
las facetas del ministerio de Jesús en la tierra, así:
1. La cruz: “Jesucristo es el Salvador”. Jn. 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo que
ha dado a su hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda más
tenga vida eterna”. Fil 2:8 “y estando en la condición de hombre, se humilló a
sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”
.
.
La cruz representa la
salvación, sobre un cuadrado rojo que simboliza la sangre de Cristo.
Jesucristo es la única
esperanza de salvación de la humanidad, porque nos amó y murió para salvarnos
del terrible castigo que merecían nuestros pecados y rebeliones, en la cruz
Jesús tomó por nosotros el lugar de castigo y muerte que merecíamos. La
salvación que él brinda, comienza tomando la decisión de depositar toda nuestra
fe en él. Efesio 2:8 “Porque por gracias
sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios”. Ti.
2:11 “Porque la gracia de Dios se ha
manifestado, para salvación a todos los hombres”.
2. La paloma:
“Jesucristo bautiza con el Espíritu Santo” Lucas 3:16: “Respondió Juan diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua,
pero viene uno mas poderoso que yo de quien no soy digno de desatar la correa
de su calzado, él os bautizará en Espíritu Santo y fuego”, Mt 3:16 “Y Jesús, después que fue bautizado, subió
luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de
Dios que descendía como paloma, y venía sobre él”.
La paloma representa el
Espíritu Santo, sobre un cuadrado amarillo que simboliza el fuego.
La salvación y el
perdón de pecados es el gran inicio de lo que Jesús puede y quiere hacer por la
persona; pues una vez convertidos a él, podemos ser llenos del Espíritu Santo y
tener la evidencia de esa llenura y bautismo, a través de la manifestación del
fruto (Gal. 5:22) y de los 9 dones espirituales mencionados en 1ª Cor. 12:8-10:
“Porque a este es dada por el Espíritu
palabra de sabiduría, a otro palabra de ciencia, según el mismo Espíritu; a
otro fe por el mismo Espíritu, y a otro dones de sanidad por el mismo Espíritu,
y a otro el hacer milagros, a otro profecía, a otro discernimiento de
espíritus, a otro diversos géneros de lenguas y a otro interpretación de
lenguas”.
Hebreos 2:4: “Testificando Dios juntamente con ellos,
con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo
según su voluntad”.
La copa representa la
sanidad divina, dentro de un cuadrado azul que simboliza el cielo.
Jesús continuó haciendo
el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el Diablo porque Dios
estaba con él (Hch. 10:38); nos atrae hacia él en amor y luego nos toca con su
poder sanador. Además perpetúa su poder de sanidad, al prometernos que señales
y milagros acompañarían a sus seguidores, cuando salieran a ministrar (Mr.
16:17-18). Santiago 5:14: “¿Está alguno
enfermo entre vosotros?, llame a los ancianos de la iglesia y oren por él
ungiéndole con aceite en el nombre del Señor”.
Podemos ser sanados
sobrenaturalmente de nuestras enfermedades físicas por medio del poder de Dios,
porque El mismo llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores y por su
llaga fuimos curados (Is. 53:4-6).
4. La corona: “Jesucristo viene otra vez” 1ª Tes. 4:16-17: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel
y con trompeta de Dios, descenderá del cielo y los muertos en Cristo
resucitarán primero, luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para recibir al Señor en
el aire y así estaremos por siempre con el Señor”. Ap 14:14 “Miré, y he aquí una
nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que
tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda”.
La corona representa la
segunda venida de Jesucristo, dentro de un cuadrado morado (púrpura) que simboliza
la realeza de Cristo.
Jesucristo regresará
pronto a reinar, la Biblia le llama Rey de reyes y Señor de Señores, y esta es
la maravillosa esperanza que tenemos. En Hch. 1:10-11 los ángeles declararon que
Jesús regresaría para llevarse a su iglesia a vivir con El para siempre, incluso
Jesús mismo declaró en Jn. 14:1-4 que iría a preparar lugar en el cielo para
sus seguidores y regresaría a llevarlos con El. Esta es nuestra gloriosa
esperanza, que si morimos con El, también viviremos con El y si sufrimos con
El, también reinaremos con El. (2 Tim. 11-12).
Ap. 22:12 “He aquí yo vengo pronto y mi galardón
conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”.
En la esquina superior
izquierda de la bandera cuadrangular, hay un 4 colocado dentro de un cuadrado,
sobre una cruz y la Biblia. También está formada por franjas de cuatro colores
que se leen de abajo hacia arriba:
·
EL ROJO: La franja roja ubicada
en la parte inferior, representa a Jesucristo como salvador, el color simboliza
su sangre preciosa derramada en la cruz, recordándonos que “sin derramamiento
de sangre no hay remisión de pecados” Col. 1:20.
·
EL AMARILLO: La franja amarilla
(ámbar) o dorada, simboliza el fuego del Espíritu Santo, representa también el
oro con el que se hacían los utensilios del tabernáculo, el oro del altar del
incienso, del candelabro de oro, de las vestiduras sacerdotales, del arca del
pacto y el bronce refulgente o resplandor que describe Ezequiel 1:27 en su
visión, incluso según el himno de la bandera representa también la riqueza
divina.
·
EL AZUL: La franja azul
representa el cielo, las moradas celestiales, además este era uno de los
colores predominantes de las vestiduras del sumo sacerdote en el Antiguo
Testamento. (Ex. 28:5-6, Ex. 39:1). Representa la sanidad divina, Jesucristo es
el médico divino porque El es el hombre celestial que llevó nuestras
enfermedades y dolencias.
·
EL MORADO: La franja morada ubicada
en la parte superior, representa la majestad de Jesucristo y nos habla del Rey
venidero. Mt. 25:31 “Cuando el Hijo del
Hombre venga en su gloria y todos los santos ángeles con El, entonces se
sentará en su trono de gloria”.
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